Histeroscopia

La histeroscopia diagnóstica consiste en la exploración directa del interior del útero de forma que se obtiene una información que no siempre puede ser proporcionada de forma fiable por otras exploraciones externas como el examen físico, la ecografía o la radiología. 

La utilización de esta técnica con fines diagnósticos por equipos con experiencia en el manejo de las misma, asegura el máximo rendimiento y fiabilidad en la interpretación de las imágenes, minimizando, a su vez, el riesgo de complicaciones. 

Los hallazgos más habituales son: 

  • Los pólipos. 
  • Los miomas o fibromas intrauterinos. 
  • Las malformaciones uterinas, como el útero septo o tabicado. 
  • La hipertrofia o crecimiento exagerado del endometrio, causante de menstruaciones excesivas. 

Tipos:

Se trata de un procedimiento incruento, que permite obtener la visión directa del interior de la cavidad uterina o matriz. Para ello se introduce un pequeño telescopio llamado histeroscopio, cuyo grosor es de sólo 4 milímetros, a través del cuello uterino. 

No es necesario practicar puntos o suturas ni incisiones en la piel, porque se emplea el orificio natural del cuello del útero. La intervención se realiza habitualmente sin necesidad de anestesia, si bien en ocasiones se realiza con anestesia local. Suele durar entre 20 y 30 minutos y se realiza de forma ambulatoria. 

En aquellos casos en los que debe extirparse un pólipo endometrial, por ejemplo, la histeroscopia quirúrgica permite su extracción mediante una intervención muy simple técnicamente, que se realiza frecuentemente con anestesia local o regional. 

 Para ello se emplea un histeroscopio quirúrgico que permite introducir los instrumentos necesarios para realizar actuaciones operatorias resolutivas sobre éste y otros problemas endometriales o uterinos (miomas) 

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